Casa Loewe, la flagship (tienda insignia) de la marca española, se ubica en un edificio del siglo XIX del prestigioso Barrio de Salamanca. Una tienda que cuenta con tres plantas y unos mil metros cuadrados de superficie.
La tienda se construyó con una claro objetivo: que pareciese el apartamento de un coleccionista de arte. Y es por eso que la tienda es un museo en sí mismo: materiales naturales de origen español, antigüedades británicas y una extensa colección de arte con obras de Howard Hodking, Richard Smith, William McKeown o Gloria García-Lorca que Jonathan Anderson, director creativo de Loewe, ha seleccionado para ester espacio.
Por cuarto año consecutivo el grupo LVMH (propietaria de Loewe) organizó su ya famosa "Les Journées Particuliéres", una jornada de puertas abiertas para que todo el mundo tenga la oportunidad de conocer el origen y la historia de sus marcas insignia. En Madrid fue Loewe la marca que abrió las puertas de su tienda, y allí estuvimos.
Como parte del recorrido guiado a través de la tienda, tuvimos la oportunidad de disfrutar de algunas obras de arte de la Colección de Arte de la Fundación Loewe que incluyen piezas de Richard Smith, Jim Partridge, Liz Walmsley, Janette Laverriére, William Mckeown, Sir Howard Hodgkin, Siobhan Hapaska y Edmund de Waal.
Durante el fin de semana, parte de la exposición "Past, Present, Future" (podéis leer aquí el post sobre la exposición) también estuvo expuesta en la tienda. Al rededor de unos 50 artículos únicos recuperados de los archivos de la casa: bolsos, objetos de decoración, accesorios de viaje...
Al final del recorrido un experto artesano nos mostró, en directo, el proceso de fabricación del nuevo bolso icono de la marca: el bolso "Gate".
La artesanía, el cuero y la manofactura son elementos clave de la identidad de la marca española. Por eso el montaje, los patrones, los cortes, la ensamblación, la costura... de cada pieza, hasta llegar al resultado final, es todo un arte.
Y, por supuesto, tuvimos la oportunidad de disfrutar de la última colección que acaba de ser presentada en la Fashion Week de París. Una colección en cuya paleta de colores destacan los tonos tierra, naranjas, blancos, verdes y azules. En el desfile, que tuvo lugar en la sede de la UNESCO de Paris,
Loewe se decantó por siluetas fluidas en blusas amplias de seda
transformadas en vestidos, jerséis de punto extra grandes y faldas de
algodón vaporosas, bien con pequeños volantes o abiertas como si llevaran
tiras. Eso sí, sin dejar de lado los accesorios que son el elemento clave de la firma. Los nuevos modelos como el "Gate" y los ya conocidos elefantes que, desde el 2016, son un "must have".
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