Una experiencia sensorial con Diptyque

La semana pasada acudimos al barrio de Salamanca para disfrutar de una experiencia única en un ambiente exquisito. Gracias a Diptyque tuvimos la oportunidad de conocer, en su única tienda en España, sus productos así como poder ser parte de una experiencia olfativa en el que vino y los aromas de Diptyque se mezclaron.

La historia de Diptyque comenzó a pricipios de los años 60, en el número 34 del Boulevar Saint Germain, epicentro cultural del París de la época. Aquí tres amigos, Christiane Gautrot (diseñadora de interiores), Desmond Knox-Leet (pintor) e Yves Coueslant (director de teatro y escenógrafo), decidieron abrir una tienda en la que, como si de un exótico bazar se tratara, mostraban sus propios diseños junto a sorprendentes artículos que encontraban por el mundo en el transcurso de sus frecuentes viajes. Pronto, el trío, con su exquisito gusto, transformó este espacio en un entorno único en París.

Desde entonces, y cada vez más, Diptyque es considerada una de las grandes casas francesas de perfumería, velas y productos de ambientación para el hogar. Sus artículos están presentes en las casas más elegantes del mundo y aparecen habitualmente en las mejores revistas de decoración y estilo. Su distribución es muy exclusiva por lo que existen muy pocos puntos de venta en España y solo una tienda propia (Claudio Coello, 85)

Para esta ocasión, tuvimos la suerte de conocer sus velas aromatizadas con olores que van desde materias primas como la madera, pasando por olores que penetran, y de qué manera, nuestro olfato como el olor a lavanda o eucalipto. Todas ellas creadas a través de esencias naturales que consiguen impregnar la estancia incluso con la vela apagada.

Además de conocer esta marca francesa, tuvimos la oportunidad de experimentar con los sentidos a través las bodegas Valmiñor-Ébano. A lo largo de una hora y media degustamos tres vinos diferentes (dos blancos y un tinto) que intentaron recrear el aroma de tres de las velas de Diptyque. 

Agradecemos a las responsables de Diptyque, de Valmiñor-Ébano y de MasterCard, a quien debemos la invitación, por tratarnos de maravilla. Gracias también por "iniciarnos" en esto de las catas de vinos y por dejarnos conocer qué se esconde detrás de una marca tan prestigiosa como Diptyque.