En el universo de María Escoté (1979, Barcelona) siempre hay ganas de color, estampado y, por qué no, de diversión. Lo han confirmado sus seis ediciones anteriores en esta pasarela, y así lo ha ratificado su propuesta The Call Of The Cutie, su primera colaboración con la franquicia de juguetes My Little Pony.
María Escoté ha sabido confeccionar prendas con carácter que no temen a la alegría, al desahogo, a la distracción y, sobre todo, con logos que hacen las delicias de los más fashionistas. El juego de tejidos abrazaba a las modelos
creando siluetas y volúmenes en formas de ala. Por supuesto, pudimos ver sudaderas (otra de las señas de identidad de Escoté) con estampados de Little Pony y color, mucho color. Por algo Miley Cyrus o Rita Ora han confiado en ella para pasear sus diseños por red carpets y entregas de premios. Un desfile divertido que se presentó sobre una pasarela llena de color en forma de arco iris.
El desfile era uno de los más esperados de esta edición. Por eso el front row estaba a reventar. Pudimos ver a Miranda Makaroff, Daphne Fernández, Romina Belluscio o Michelle Jenner. Tras el desfile pudimos acudir al espectacular kissing room que ha montado este año Bombay Shappire. Una habitación llena teñida de azul y rodeada de espejos. Además, gracias a María Escoté y a su equipo tuvimos la suerte de acudir a una reunión más especial en el Club Mercedes donde disfrutamos de música en directo.
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