Cuando hablamos de moda muchas veces la gente cree
que se trata de algo frívolo, que no tiene importancia. Pero la moda va
más allá de la vestimenta. Gracias a los creadores, a los directores
artísticos, y a la industria que gira alrededor de estos, ya nadie puede
negar que la moda es arte. Y es de esa belleza de lo que se alimenta la
exposición “Vogue like a painting”, que estos días, y hasta el 12 de
octubre, podemos encontrar en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
La exposición explora la relación entre la creación fotográfica de
moda y la pintura a través de una selección de fotografías procedentes
de los archivos de una de las cabeceras más importantes del mundo. En
ella, y a través de 67 imágenes y dos vestidos, se puede ver cómo la
fotografía de moda se asemeja a la pintura y el arte clásico. De algún
modo, todas las fotografías que encontramos en la exposición reflejan
recursos frecuentemente utilizados por los pintores: la teatralidad de
los escenarios, el drama del claroscuro, los cuidados escenarios, la
composición y, por supuesto, la importancia de la belleza de las
figuras.
Irving Penn: Blusa de Ives Saint Laurent (2005) y Clifford Coffin: sin título (1949) |
Valentino: Pre-fall 2015 y Guo Pei: Queen Orchid 2010 |
En todo caso, la moda es solo un pretexto. Los fotógrafos que
trabajaron para Vogue nunca se sometieron a la tiranía del vestido;
querían experimentar con los cuerpos, la luz y las sombras, los
encuadres y las texturas. Y eso es lo que “Vogue like a painting”
representa. Una exposición que va más allá de la moda y de la fotografía
de moda. En la muestra podemos ver imágenes tomadas por nombres
fundamentales, tanto de la fotografía como de la revista Vogue,
como Cecil Beaton, Peter Lindbergh, Annie Leibovitz, Irving Penn, Mario
Testino, David Sims, Patrick Demarchelier, Horst P. Horst o Steven
Klein. Entre las piezas colgadas en la muestra hay homenajes explícitos y
recreaciones de pinturas como La joven de la perla, de Vermeer, con dos fotografías de Erwin Blumenfeld (1945) y de Erwin Olaf (2013) o la Santa Isabel de Portugal
de Zurbarán, recreada por Michael Thompson con la modelo Carmen Kass
(2000). También podemos encontrar imágenes que se inspiran en obras de
Sorolla o Hopper como Una tarde encantada de Peter Lindbergh o Mujer sola de Camilla Akrans.
Glen Luchford: Kate en NY (1995) y Nick Knight: Jil Sanders campaign spring-summer (1992) |
Mario Testino: Lily Donaldson&Jacquetta Wheeler (2004) y Karlie Kloss (2013) |
La exposición ha tardado entre tres y cuatro años en fraguarse pero
ya es una realidad. Un lujo para aquellos que amamos la moda más allá
del vestido y queremos admirar las imágenes de maestros como Leibovitz
(Premio Principe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2013), Mario
Testino o Cecil Beaton. Imágenes que han salido de los archivos de
Condé Nast y que ahora están colgadas de las paredes del Museo Thyssen
madrileño.
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