El próximo lunes, 23, sale a la venta la colección que Custo Barcelona ha diseñado para la cadena de supermercados Lidl. Los precios oscilan entre los 8 y los 19 euros y podremos encontrar camisetas y leggings entre otras cosas. Pero no es la primera vez que un diseñador saca una colección a la venta en supermercados.
En 2004 se escribió un punto de inflexión en la moda. Un antes y un después. Karl Lagerfeld diseñó una colección para H&M dando inicio al denominado "fast fashion" que supuso el primer paso en el mundo de las colaboraciones entre grandes diseñadores e imperios low cost. Cosa impensable hasta entonces. El resultado: colgar el cartel de "sold out" en dos horas.
Aquella colaboración sentó precedente y H&M continuó con las colaboraciones. Stella McCartney, Roberto Cavalli, Jimmy Choo, Lanvin, Versace, Marni, Isabel Marant o Margiela han colaborado con el gigante sueco. Para el próximo otoño, H&M ya anunciado quién será el encargado de la esperada colección: Alexander Wang.
Durante los últimos diez años, el número de operaciones de este tipo no ha cesado de crecer: Jil Sander para Uniqlo, Thakoon para Gap, Stella McCarteny para Adidas y C&A, o Christian Lacroix para Desigual, entre otros. Karl Lagerfeld repitió, esta vez para Macy’s.
La última colección de Chanel fue presentada en un supermercado. Entre carros de compra y cajas de cereales de la marca de la doble C, Karl Lagerfeld hizo un guiño a la nueva manera de presentar la moda. Y es que además de las cadenas de "low cost", los grandes diseñadores también diseñan para supermercados.
Hace unos años, Max Azria diseñó una colección para Carrefour y Marc Jacobs diseñó las latas de Coca Cola el pasado año.
En España también alcanzó la tendencia de poner el sello en artículos de gran consumo. Victorio & Lucchino y Ágatha Ruiz de la Prada dejaron su sello en los vasos de Nocilla y Roberto Torreta diseñó una vajilla para Caprabo.
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